lunes, 13 de abril de 2009

Haibun IV


Camino silencioso por el sendero,
entre las orillas de paja crecida
abierto sobre las rocas de una empinada colina.
El silvido redoblado del viento agudo e interminable,
marca el son de mis pasos...fustigando sin clemencia
mis sentidos ya adormecidos por el frio.
Estoy cerca, muy cerca a mi destino,
súbitamente...se abre ante mis párpados
el albor en su impresionante belleza
y al alcance de mis ojos aguarda el centurión
impaciente el relevo...

/
lanza y espada
en su ajado uniforme
reflejan el sol
/

Apresuro el paso, saltando el pequeño riachuelo
que avanza con apacible siseo.
De pronto...no muy lejos, escucho crugir la yerba seca
bajo la suave pisada, de aquel que vestido de blanco
tenia la mision divina...de abrir la sepultura !
Estremecido ante él, retemblaban hasta mis latidos
me quede pasmado con los ojos y oidos bien abiertos...

/
venid, no temais
vencida está la muerte.
id y anunciad.
/




DiEgO

No hay comentarios:

Publicar un comentario