Estaba entre aquellos que transitan inertes
entre polvorientas dunas siczageantes
y entre disentidos oasis estridentes
sin hallar descanso, ni lugar que deshiele
tus caricias y heladas indulgencias;
andaba por los linderos convexos de la vida
haciéndome el encontradizo -acaso-
con el fulgor casi olvidado de tus ojos,
sin encontrar siquiera una chispa
que fuera el eslabón a tu memoria.
Aún así, busqué -en paradas polvorientas-
entre bosques, extensas praderas,
rios, manantiales, cerros y laderas
entre arbustos ajados y verdes hojas,
glaciares, desiertos y selvas vírgenes,
a la luz de la luna y del sol, busqué;
la belleza y dulzura de una flor,
una, que me alimente de tu amor,
que tenga tu picardía y candor
una, que embalsame mi dolor.
Ahora sigo mi camino,
con un suspiro profundo de tu aroma
tan profundo,
que tengo de ti...saciada el alma !
Diego
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Siempre que puedo me escapo de la rutina y dejo que la melodía de estas letras me arrullen el alma.
ResponderEliminarBss.
Grayce
Gracias por esta aquí niña; gracias mil.
Eliminarun beso.
De casualidaden tu casa y de verdad con tu permiso me voy pasando.Un abrazo desde estelado del mundo.Quizas puedas ayudarme con un problemilla del blog,quizas puedas ..quizas no.
ResponderEliminarBendita la casualidad que ha hecho posible tu grata presencia en mi pequeño taller de sentimientos....y el problemilla al que te refieres quizás podamos resolverlos los dos si me dices de que se trata; es posible !
EliminarOtro abrazo espera por ti.
Hermoso poema; ha sido un día esplendoroso el mio, pues tus letras irradiaron mis sentidos. Gracias, muchas gracias.
ResponderEliminarJHilda
Hola Diego, hace tiempoooo,
ResponderEliminarque no te leo, espero que estés
bien y sigue escribiendo mi
amigo que admiro mucho
tus letras.
Besitos dulces
Siby
Lo que son los caminos, siempre convergen con los tuyos Diego.
ResponderEliminarBs
an